Dijo Mas, junto a la tumba del padre de Cataluña, que la "inexactitud histórica" de los sucesos que se atribuyen a Wifredo el Velloso -incluido el dibujo de la senyera con su sangre durante la agonía tras ser herido por los musulmanes- "no los hace (a los hechos) menos valiosos o ciertos". Para el candidato de CiU, si algo es falso, no deja de ser cierto. Impresionante lección de lógica. "Mas empezó su campaña comprometiéndose ante notario y la ha terminado comprometiéndose delante de un peludo muerto hace 1.109 años. Ni uno ni otro puede decirse que sean compromisos para tomarlos muy en serio, que digamos. O quizá sí", ironizaba Ponsatí-Murlà al día siguiente. Yo me tomo lo de El Velloso tan en serio como lo del Santiago Matamoros. Son ese tipo de personajes de leyenda a los que se agarran los nacionalismos para dar lustre de veracidad a unos orígenes ficticios. Como estamos en el año de la Memoria Histórica, Mas y los suyos deben de pensar que vale todo si al pasado se refiere uno, más si es asunto remotísimo; lástima que lo que atribiuyen a Wifredo el Velloso sea falso en sí mismo. Flipo con lo que hacen algunos políticos.

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