Cuando nos sentimos desgraciados hay que retomar el control y revisar las heridas: escribir, o encontrarse con gente que esté viviendo la misma situación y hablar, o ayudar a otros desinteresadamente... Aunque esté genética y neurológicamente sano, si estoy solo, todo mi desarrollo biológico va a pararse. Nos desarrollamos en función de la superación de los miedos y los sufrimientos. La felicidad no es escapar de ellos, sino afrontarlos y superarlos... la indiferencia es la muerte psíquica y el sufrimiento es la vida. Mientras sufrimos podemos seguir soñando con algo mejor... La esperanza de apaciguarme me apacigua. El simple hecho de creer que algo o alguien me da sosiego le otorga ese poder.


BORIS CYRULNIK · Psiquiatra y neurólogo



La casa de John Travolta. Entre cursi, excesivo y estrambótico.